viernes, 27 de diciembre de 2013

Todos estamos conectados

Hola amigos de Rawkeando Ando.
Hoy estuve reflexionando en la relación que tenemos con los demás. A veces parecería que por las diferencias que tenemos con los demás, somos ajenos a lo que les ocurre. A veces nos da la impresión , de que si una persona pierde el trabajo, no nos incumbe ni nos afecta de ningún modo. Pero no es así. A propósito de estas fechas, recuerdo que de pequeña ví una película de Navidad cuyo tema es precisamente este. No he podido recordar el nombre de la película, pero les cuento un poco de la trama:
Es la mañana de Navidad en un pueblo de Estados Unidos. Una mujer, madre de familia que ama a su esposo y a sus hijos, es muy feliz con el éxito profesional que tiene, pero es renuente a todo lo que tiene que ver con la Navidad. Ha dejado de valorar a su familia y presta poca atención a sus hijos pequeños. Dicha mañana se disponian a ir al tradicional desayuno de Navidad a casa de sus suegros.
La familia, que viajaba en su vagoneta, hace primero una parada para cargar gasolina. Mientras el esposo carga gasolina, se acerca un hombre con la señora con cara de preocupación y le ofrece un horno que esta vendiendo porque se quedó sin trabajo y no tiene dinero para darles de comer a sus hijos. 
La mujer lo rechaza con desprecio y la familia sigue su camino. Ese mismo día, cuando la familia regresaba a su hogar, se detienen en una tienda y la mujer se baja del auto, dejando a su esposo y sus hijos en el auto. En ese momento, el mismo hombre que se habían encontrado por la mañana intenta asaltar esa misma tienda en la que la señora estaba comprando. Después de herir accidentalmente a un empleado de la tienda, sale corriendo, dispara al esposo que estaba en el auto y se lleva el auto con los niños adentro. En su escape, pierde el control del auto y cae a un río donde pierden la vida él y los niños. (Ya no les cuento más de la película para que la vean. La buscaré y luego posteo el nombre)
Es una película bastante trágica, pero creo que plasma perfectamente la teoría de que todos estamos conectados, por lo que la desgracia ajena no nos debe ser indiferente.
Es importante que compartamos lo que tenemos con los demás. No desperdicies comida, seguro habrá alguien a quien puedas regalarla. Dona tu ropa usada y en buen estado a gente que la necesite o a alguna beneficencia, seguro te lo agradecerán. Da hogar a un perrito de la calle, son los seres más agradecidos y amorosos del planeta.
Pero sobre todo, manten siempre buenos sentimientos en tu corazón, los buenos sentimientos son el motor de las buenas acciones.
FELICES FIESTAS!

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